junio 16, 2008

LOS VOTOS MONÁSTICOS EN LAS IGLESIAS ORTODOXAS

Los Votos de los Monjes contemporáneos de las Iglesias Ortodoxas ya sean de cuño Helénico o Eslavo, son tomados formalmente por Stavroforos y/o Megaloskemos indistintamente, pero sólo se realiza por medio de respuestas a preguntas formales, es decir que los Votos son tomados oralmente. El número de Votos en el Monacato Ortodoxo-Bizantino son cuatro; Estabilidad, Obediencia, Pobreza y Castidad; el orden de los mismos pueden variar según las diferentes ediciones de los Rituales de Profesión.

El deseo de identificar cosas propias del Monacato Oriental con el Occidental, puede inducir a menudo a cometer ciertos errores, como interpretar que los Votos de los Stavroforos son el equivalente a los Votos Simples, y que los Votos de los Megaloskemos o Skemamonjes, son el equivalente a los Votos Solemnes de la Iglesia Católica; esto es debido quizás en parte a la solemnidad y duración del Rito por el cual se confiere la Orden del Gran Hábito a los monjes del grado mas alto de ascetismo. Es de destacar que la distinción que se hace en la Iglesia Católica entre Votos Simples y Solemnes, fueron desconocidos tanto en Oriente como en el Monacato primitivo Occidental, y dicha práctica jamás fue adoptada por parte de la Iglesia Ortodoxa, ya sea de cuño Helénico, como Eslavo. Los Votos realizados por un Monje Stavroforo, no son ni de menor valor, ni implican menos responsabilidad que los realizados por los Skemamonjes, por ende la diferencia entre uno y otro reside en el grado de ascetismo requerido en los dos casos mencionados.

De acuerdo a la costumbre tradicional, nunca es otorgada una dispensa de los Votos Monásticos en la Iglesia Griega, aunque un Monje pueda rasurar su barba (práctica muy mal vista entre los monjes ortodoxos), ser privado de llevar el Hábito Monástico por alguna inconducta, y/o ser echado de su Monasterio a causa de su inmoralidad, sin embargo su expulsión de un Monasterio no dispensa al monje de sus Votos Monásticos.

La Iglesia Ortodoxa Rusa durante el siglo XIX, se ha apartado de la costumbre eclesiástica de jamás otorgar una dispensa monástica, aunque este cambio no contó con la aprobación general de los canonistas ortodoxos. La práctica canónica general fue bien mantenida en Rusia hasta el año 1823, es decir, la que sostenía al que un Monje no se le podría permitir dejar su Monasterio para contraer matrimonio, tal como lo estipula el Canon XVI del Concilio de Calcedonia; sin embargo en aquel año, el Superior de un Monasterio en la Eparquía de Ekaterinoslav, el Archimandrita Joasaph Lebidinsky, solicitó al Santo Sínodo de Rusia, un permiso (o dispensa) para retirarse del estado monástico. Luego de largas consultas en el Sínodo y en el Concilio de Estado, su petición fue concedida. Esta medida estableció un precedente en la Iglesia Ortodoxa Rusa, convirtiéndose en una suerte de ensayo de interpretación legal.

El Dr. Nikodemus Milasch, tiempo mas tarde Obispo de Zara, en Dalmacia, fue quién documentó este caso en su trabajo escrito en ruso sobre la “Ley Canónica de las Iglesias Orientales”(*), en dónde se mostraba también descontento con la decisión, y por tal motivo, solicitó a los mejores canonistas ortodoxos que expresen su opinión sobre si la dispensa de los Votos Monásticos estaban de acuerdo con las enseñanzas fundamentales de la Iglesia Oriental sobre esta cuestión. Por las respuestas recibidas, le fue evidente que para aquellos a quienes había consultado, no sentían que ese antecedente pudiera justificar la práctica de la dispensa de los Votos Monásticos.

En las raras instancias en que la Iglesia Ortodoxa Rusa otorgó una dispensa, esta ha conllevado no sólo un mero permiso a contraer matrimonio, sino también una absoluta degradación de las Ordenes Eclesiásticas, que pudiera poseer el monje en cuestión, como ser diaconado, presbiterado, etc. El monje que recibe una dispensa es laicizado, y retorna a la vestimenta y vida propia de los laicos.

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