junio 25, 2008

Los Mensajes de la Virgen del Rosario de Sabana Grande (Puerto Rico)

http://www.wallice.com/sabanagrande/pozo/pozo.htm + http://www.virgendelpozo.com/mensajes.htm

Los Mensajes de la Virgen del Rosario de Sabana Grande (Puerto Rico)

Primer Mensaje

“Entra al mundo y cuando más sumido estés en la oscuridad y después de haber negado mi nombre, llegará un enviado que te recordará el Verdadero Camino. Tocará Satanás a las puertas de tu casa y con ira lo expulsarás; esto es señal de que ha llegado el momento de decir la siguiente promesa:
Yo prometo facilitar y/o proveer las gracias necesarias para la salvación antes de la muerte a todo aquel que en los momentos de confusión y en definición del camino hacia mi Amadísimo Hijo, promulgue mi nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre.”

Segundo Mensaje

“Llegarán los momentos en que el deterioro espiritual y moral de los pastores del rebaño de mi Hijo será de conocimiento público. La indiferencia de los hijos de Dios no les permitirá percibir el gran peligro que acecha. El dolor en mi corazón se hará más agudo porque estos hijos predilectos me abandonan; esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:
Difíciles y confusos serán esos tiempos. El crecimiento espiritual de los hijos de Dios se hará muy difícil y vendrán otros momentos en que este crecimiento parecerá casi imposible. Hijos nuevos, estén atentos porque la indiferencia y la confusión reinarán en el camino y en todo el mundo. Extraños pensamientos y nuevas filosofías harán más oscuro el camino verdadero. Las enseñanzas de mi Amadísimo Hijo, el orden establecido por el Padre y la verdad serán sustituidas por estas nuevas y extrañas creencias. El egoísmo de los hijos de Dios será causa de conflictos y divisiones que agudizarán más mi dolor. Reconozcan que los pastores del rebaño también son hombres. Perdonen sus fallas, ayúdenlos, pues ellos representan a mi Hijo. Permanezcan firmes en el Verdadero Camino, en la Iglesia de mi Hijo, pues se acercan los momentos de la gran prueba; el sufrimiento será necesario, la oración y el sacrificio serán mandatorios.
Protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes. Plenitud es lo que quiero porque así me lo ha encargado mi Hijo. Siete serán los retoños y siete las espadas. Siete serán las generaciones y después no podrán ser contadas. Dos caminos se abrirán ante estas; destrucción y construcción, derrota y victoria.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.”
Tercer Mensaje

“Para esos tiempos el Santo Padre, hijo verdadero y predilecto, habrá visitado esta tierra. Serán tiempos de represión y persecución para aquellos que promulguen mi nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre. En los momentos de tribulación surgirá una gran esperanza. Millares de hijos se reunirán en una demostración de amor verdadero y unirán su corazón al mío para suplicar misericordia de mi Amadísimo Hijo. Esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:
La humanidad se ha sumergido en una indiferencia profunda; le falta la fe, la esperanza y la caridad. El egoísmo, la soberbia, el materialismo y la murmuración corrompen el corazón de muchos. Hijos míos, cuídense del egoísmo, este demonio ha penetrado en el alma de muchos hombres en el Verdadero Camino.
Hijos es Hora, es la Hora de que todos los hombres se unan en oración continua suplicando la misericordia de mi Hijo. Es necesario que el Santo Padre haga un llamado a los sacerdotes, religiosos, obispos y escogidos para que junto a todos los hijos de la Iglesia recen el rosario rogando por la conversión de los hombres.
Hijos nuevos, hijos míos pidan por la transformación de la humanidad, de los que están alejados de Dios y muy especialmente por los dirigentes de la Iglesia.
Es hora de que todos se conviertan en la Voz del Camino. Que a través de sus bocas y de su ejemplo se difunda la caridad, el amor de mi Amadísimo Hijo. La Iglesia debe estar abierta para todos los hombres de la tierra, pues mi Hijo murió en la cruz por todos los pecadores.
A las once de la mañana los visité por primera vez para hacerles el llamado de la Hora. Un gran peligro amenaza la humanidad… Hijos nuevos esté alerta, plenitud es lo que quiero.
Yo prometo mi protección maternal cubriendo con mi manto y facilitando las gracias necesarias a todo aquel que en estos momentos difíciles, todos los días rece cinco misterios del rosario.
Protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes. Plenitud es lo que quiero porque así me lo ha encargado mi Hijo. Plenitud y mi promesa; restitución del camino.”
Cuarto Mensaje

“Serán tiempos difíciles de gran deterioro social y moral, pero sobre todo de deterioro espiritual. Imperará el egoísmo de los hombres. Serán perseguidos aquellos que se han consagrado a mi Amadísimo Hijo Jesús a través de mi llamado a la promulgación de una nueva estirpe de cristianos verdaderos. Algunos hijos nuevos consagrados a mi pequeño reinado traspasarán mi corazón con la espada de la traición y abandono de su promesa a Nuestro Señor Jesucristo. Aún así el mensaje de restitución será acogido y promulgado más allá del mar, donde he puesto mi pie derecho. En los momentos de mayor tribulación y persecución enviaré al Ángel que te señalará de nuevo al camino. Esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:
Miles de almas se pierden diariamente arrastradas por el pecado y la infidelidad a mi Amadísimo Hijo. El deterioro social, moral y espiritual ensombrece la humanidad que puebla la tierra. Han llegado los tiempos profetizados en que padres e hijos se destruyen unos a otros. La humanidad está sumergida en una gran crisis de fe que pasa desapercibida. La mayoría de los hombres no cumplen sus compromisos de cristianos. Motivados por el egoísmo y la soberbia, han caído en la falsedad de las apariencias y en la superficialidad de las exigencias humanas. Algunos sacerdotes, ministros de mi Hijo y pastores del rebaño son irreverentes al celebrar los Santos Sacramentos; por su infidelidad a su vida consagrada, su apego al dinero, la búsqueda de reconocimiento y el desenfreno por los placeres, se convierten en aliados del enemigo. Son ellos causantes de la pérdida de la fe, motivan la desunión y engendran el antagonismo y la violencia. Estos, si no se arrepienten y comienzan una vida de penitencia, perderán su alma para siempre. Les recuerdo hijos míos que ellos tienen la encomienda de representar a mi Hijo en la tierra y como cristianos deben amarlos y ayudarlos. Ofrezcan sus oraciones y sacrificios por su conversión. Les confirmo que el Amor y la Misericordia de mi Hijo es grande para los que restituyen. El elixir del Amor Misericordioso de mi Hijo cubre y reviste a aquellos que son fieles, que cumplen su compromiso.
Es la Hora en que por no responder a mis advertencias, las profecías comienzan a cumplirse. Hijos míos, hijos nuevos, protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes. Les advierto que un día la bóveda del cielo amanecerá toda anaranjada, el frío será intenso y vendrá sobre la humanidad una gran tribulación y desesperación. Será como si el infierno se hubiera posado sobre la tierra. Padres, madres, hijos y todos los seres humanos se pelearán entre sí y querrán matarse; se harán daño hasta la muerte. La piel de algunos hombres se les caerá y chorreará por sus huesos. Otros se convertirán en seres monstruosos, abominables y se comportarán como demonios. Será la culminación del caos y la desesperación, pero no será el fin del mundo, pues eso sólo mi Padre lo sabe; morirán justos y pecadores. Muchos que con sacrificio pusieron a Dios como prioridad quedarán de pie; entonces se restituirá el Amor de Dios sobre todas las cosas en la nueva comunidad. Esto vendrá a causa de los hombres que mal utilizando el libre albedrío engendran toda clase de mal. Les describo esto, no para que teman sino para que se den cuenta de la Misericordia y el Gran Amor que tiene mi Amadísimo Hijo por ustedes. El espera y yo les llamo a la conversión inmediata y sincera.
Todo lo que les advierto podrá ser evitado y terminaría la crisis de fe si todos los elegidos se convierten y comienzan a vivir una vida de oración intensa dedicándose a la penitencia, sometiéndose al ayuno y abstinencia, practicando la mortificación de los sentidos y poniendo una especial atención a la participación de los Sacramentos. Estos se recibirán con mayor devoción y fervor cada cual según su condición y dirección, viviendo en mis virtudes y observando las enseñanzas de la Iglesia de mi Amadísimo Hijo Jesús.
Por encargo de mi Hijo, yo les propongo un plan de entrega y crecimiento espiritual para alcanzar así la Plenitud. Este consiste en imitar a mi Amadísimo Hijo; en llevar una vida disciplinada en la oración, comenzando en la mañana, al mediodía, en la tarde y concluyendo el día con el rezo del Santo Rosario; ayuno frecuente acompañado de abstinencia en el día sexto, día que los hombres han convertido en el día del pecado; vivir complacidos en una vida de alegrías sin fin, proporcionada por la gracia pese a la cruz y el sufrimiento y tener una disposición amplia a la penitencia y al sacrificio. Para ayudar a mi Hijo a aliviar el peso de la cruz, les propongo que se sometan a la autodisciplina haciéndose partícipes de la purificación de la humanidad por la mortificación de los sentidos. Todo esto culminado con la alegría de participar intensa e íntimamente de la Sagrada Eucaristía. El fruto de este plan será compartido en la búsqueda de la conversión de los demás con un apostolado firme, constante y diligente.
Hijos míos, si hicieran todo esto que les recomiendo, entonces habrán aceptado mi invitación a ser apóstoles de los tiempos; así serán partícipes de mi broche, de la nueva estirpe. Hijos nuevos, serán ustedes partícipes de la restitución hacia el Propósito Séptimo, la Plenitud de mi Hijo, ahora y para siempre.
Un último consejo hijos míos, el demonio tratará de destruir mi obra y mi manifestación al mundo. Sucederá que habrá un relajamiento tal para lo divino que por doquier se hablará de mensajes vanos y superficiales. Serán muchas las alegadas apariciones. Algunas serán auténticas y otras serán obras del maligno que con sagacidad y disfraz de luz envolverá a muchos. Algunas de estas apariciones que no serán manifestaciones mías, serán respaldadas por pastores y jerarcas de la Iglesia de mi Hijo Jesús. Otras donde estoy presente, serán perseguidas y reprimidas, pero no sea esto causa de frustración y pérdida de la fe, mejor así. Entonces, permanezcan más firmes en la Iglesia de mi Hijo, ámenla con más intensidad, amen a los pastores y sacerdotes, esfuércense por vivir una vida de armonía y común unión con los pastores. Esto será la señal de que ustedes están conmigo, están en mí y son de mi Hijo Jesús, el Cristo.
Les doy una señal: allí donde yo esté pediré oración, pediré penitencia con especial atención al ayuno y pediré mucho sacrificio. Sobre todo, pediré un amor especial a mi Estrella Mayor, a mi Hijo, la Eucaristía.
Yo soy el Ángel Mayor enviado de estos tiempos, la Virgen de Luz, la Virgen María, la Esposa de Dios.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.
Plenitud y mi promesa; restitución del camino.”

María


El niño Francisco Rosa se sanó de parálisis al tomaragua del Pozo de la Virgen. (Periódico ‘El Imparcial’)

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