junio 16, 2008

Introducción al estudio del monacato helénico y eslavo contemporáneo

Antes de abordar el estudio del Monacato Bizantino, es conveniente destacar, sobre todo para nuestros lectores de origen occidental, que dentro de las Iglesias Ortodoxas, ya sean de origen helénico o eslavo, no existen instituciones monásticas o religiosas equivalentes a las Órdenes o Congregaciones tan importantes en el Mundo Occidental. En la mentalidad de aquellos hombres y mujeres que abrazan la vida monástica en el seno de la Iglesia Ortodoxa, no se consideran más que como miembros de una gran Hermandad de ascetas.

En los días del Monacato primigenio, no había grados intermedios entre el postulante y el monje profeso; la institución de dos grados de ascetismo anteriores al de “Plenamente Monje” cambió paulatinamente con el correr de los siglos el carácter de la Profesión monástica dentro de las Iglesias Ortodoxas, convirtiendo a esa simple acción de los comienzos, en una acción progresiva.
En la actualidad, así como en los últimos siglos, el monje que avanza hacia el grado superior de la vida monástica lo hace, generalmente, avanzando grado por grado, hasta alcanzar el tercer nivel y convertirse en “Plenamente Monje” o perfecto monje al cabo de varios años. Los grados del monacato ortodoxo-bizantino son tres: A- Rasoforo, B- Stavroforo y C- Megaloskemos (o skema monje/a).

Los antiguos ritos de profesión fueron modificándose poco a poco como consecuencia directa del carácter progresivo que fue adquiriendo con los siglos la Profesión monástica. Hay tres partes esenciales dentro del Rito: A- la toma formal de los Votos, B- la realización de la Tonsura monástica y C- la entrega del Hábito; sin embargo ninguno de los tres actos mencionados formaron parte de la esencia del monacato de los primeros siglos.

En la Iglesia Ortodoxa, si bien los Votos son formales y explícitos, no existe una fórmula escrita de profesión a ser subscripta por el candidato a la admisión dentro de algunos de los tres grados del monacato. La fórmula de profesión escrita es peculiar de Occidente, y data de los tiempos de San Benito. -Regula, Cap. 58 -.

Los Votos, los cuales en total son cuatro: 1- Estabilidad, 2- Obediencia, 3- Pobreza y 4- Castidad; son tomados al candidato a través de preguntas realizadas por el Higúmeno; las repuestas a dichas preguntas constituyen en sí mismos los Votos del monje. Este cuestionario es realizado antes de la admisión a los grados intermedios del monacato.

El hombre o mujer que se presenta para ser admitido formalmente dentro del grado inferior de la vida monástica, debe en modo general aunque no invariablemente, declarar su firme determinación a perseverar en la vida de ascetismo ante el Higúmeno, sin embargo esta costumbre varía entre los distintos monasterios.

En lo que refiere a la Tonsura, en vez de ser conferida ceremonialmente como en los primeros días del monacato cenobítico, es actualmente realizada con la admisión a cualquiera de los tres grados del monacato bizantino.

El hábito monástico, consta de distintas partes, y solo pueden usar la totalidad del hábito los monjes o monjas del más alto rango, sin embargo, algunas partes de ese hábito son portadas por aquellos de menor jerarquía. Es evidente que a medida que un monje o monja vaya ascendiendo en los grados de la vida monástica, va a usar más partes del hábito completo. Es de destacar que muy pocos monjes llegan a alcanzar el hábito completo, ya que para ser merecedor de portarlo deberá atravesar muchos años de dura ascesis.

Una de los detalles que a menudo llaman la atención de los occidentales, es que en el monacato oriental no hay diferencia entre el hábito del monje y el de la monja, con la excepción evidente de la toca de la monja. Por tal razón monjes y monjas usan la totalidad o partes de un mismo hábito monástico.

En cuanto al término de prueba que es requerido para ser admitido dentro del grado intermedio o más alto del monacato, es de cómo mínimo tres años; y es de destacar que dentro de la vida monástica ortodoxa-bizantina no existe nada equivalente al noviciado de las Órdenes o Congregaciones Religiosas occidentales. El postulantado comúnmente dura unos pocos días o semanas y durante ese período el candidato vive junto a los monjes hasta que finalmente es admitido en el grado inferior del monacato.

Un monje que ha pasado tres años de su vida dentro de la primera escala de la vida monástica tiene la opción de permanecer dentro de aquel grado por el resto de su vida, o por el contrario, seguir avanzando hacia la plenitud de su estado monástico.

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