SANTA MISA IMPOSICIÓN DEL PALIO Y ENTREGA DEL ANILLO DEL PESCADOR
PARA EL COMIENZO DEL MINISTERIO PETRINO DEL OBISPO DE ROMA
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA PARA EL COMIENZO DEL MINISTERIO PETRINO DEL OBISPO DE ROMA
La celebración eucarística, con la que el Papa elegido comienza oficialmente su ministerio, subraya particularmente la dimensión «petrina» de Pastor de la Iglesia católica. Se subraya, por ello, el significado específico que adquieren las habituales insignias episcopales: el Palio y el anillo. Además de su referencia a Cristo y a la Iglesia, para el Sucesor de Pedro evocan la misión que el Señor resucitado le ha confiado (Jn 21, 15-17).
El vínculo con el Apóstol Pedro y su martirio, que hizo fecunda la naciente Iglesia de Roma, son remarcados ulteriormente por los lugares en los que se desarrollan las celebraciones, especialmente la Confesión de san Pedro en la Basílica Vaticana.
En la solemne liturgia eucarística, dentro de la cual se imponen las dos insignias episcopales «petrinas», los textos y los signos explicitan su referencia a Cristo, piedra angular de la Iglesia (cf. Ef 2, 20), y a Pedro, llamado por Cristo a ser el «fundamento rocoso» (Mt 16, 18).
La parada del Papa en la Confesión Apostólica de la Basílica subraya el estrecho vínculo del Obispo de Roma con el Apóstol Pedro y su martirio. Es sumamente evocador del martirio de Pedro, en día tan solemne, la reunión en el mismo lugar donde él confesó la fe derramando su sangre junto a muchos otros cristianos que dieron el mismo testimonio junto a él.
Del balcón de la Logia de la Basílica Vaticana cuelga el tapiz de la pesca milagrosa (Jn 21, 1-8), en el que contemplamos el diálogo de Jesús con Pedro, al que se refiere el rito, en la liturgia de la Palabra y en los textos eucológicos.
RITOS INTRODUCTORIOS
Antes de dirigirse hacia la plaza de San Pedro, el Santo Padre, los Cardenales concelebrantes y los Diáconos, se detienen en torno a la Confesión del Apóstol.
El nuevo Sumo Pontífice desciende, acompañado por los Patriarcas de las Iglesias Orientales, al Sepulcro de San Pedro, y se detiene en oración. Después pone incienso en el incensario e inciensa el Trophæum Apostólico. Mientras tanto, dos Diáconos toman el cofre con el Palio pastoral y el Anillo del Pescador, y el Evangeliario, y los llevan juntos en procesión para depositarlos sobre el Altar de la celebración.
El Santo Padre vuelve a subir a la Basílica y se une a la procesión de entrada.
ORACIÓN COLECTA
Oh Dios, que en el designio de tu sabiduríahas edificado tu Iglesia sobre la roca de Pedro,cabeza del colegio apostólico,mírame con amor a mí, tu siervo.tú que me has elegido como sucesor de Pedro,haz que yo haga visible a tu pueblo el principio y fundamento de la unidad en la fey de la comunión en la caridad,Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Él es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
— Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 4, 8-12— Salmo 117— Segunda lectura: Primera carta del apóstol san Pedro 5, 1-5. 10-11— Aclamación al Evangelio: cf. Jn 21, 3. 6— Evangelio: Del evangelio según san Juan 21, 15-19
IMPOSICIÓN DEL PALIO Y ENTREGA DEL ANILLO
Imposición del Palio Petrino
El significado del Palio, antiquísima insignia episcopal confeccionada con lana de corderos, es ilustrado por varios testimonios de los Padres. Simeón de Tesalónica escribe: «El palio indica al Salvador que encontrándonos como la oveja perdida se la carga sobre sus hombros, y asumiendo nuestra naturaleza humana en su Encarnación, la ha divinizado, con su muerte en la cruz nos ha ofrecido al Padre y con su resurrección nos ha exaltado».
El Palio, para el Papa, en su nueva forma que recupera la original, está tejido con lana de corderos y ovejas. Lleva impresas en rojo cinco cruces. Refiere al buen Pastor (cf. Jn 10, 11), que pone sobre sus propios hombros la oveja descarriada (cf. Lc 15, 4-7), y también la triple respuesta amorosa a las invitaciones de Jesús resucitado a Pedro para apacentar sus corderos y sus ovejas (cf. Jn 21, 15-17).
El Cardenal Protodiácono (Jorge Arturo Medina Estévez):
El Dios de la Paz, que hizo resurgir de los muertos al gran Pastor de la ovejas, nuestro Señor Jesucristo, él mismo te dé el Palio tomado de la Confesión del apóstol Pedro.
A él le mandó el buen Pastor apacentar sus corderos y sus ovejas, y a él le sucedes hoy en el Episcopado de esta Iglesia que él ha engendrado en la fe junto al apóstol Pablo.
El Espíritu de Verdad, que procede del Padre, done a tu ministerio abundancia de inspiración y discernimiento para confirmar a tus hermanos en la unidad de la fe.
Después, el Cardenal Protodiácono se acerca a la sede e impone el palio sobre los hombros del nuevo Papa, mientras la schola y la asamblea aclaman.
El primero de los Cardenales Presbíteros (William Wakefield Baum):
Oremos:
Oh Dios, que no defraudas a quien te invoca con recto y fiel corazón, escucha las súplicas de tu Iglesia: concede tu Bendición, por nuestro humilde servicio, a tu siervo, nuestro Papa Benedicto, que has puesto en el vértice del ministerio apostólico, y fortalécelo con el Don de tu Espíritu para que su alto ministerio corresponda a la grandeza del carisma que tú le has conferido.Por Jesucristo nuestro Señor.
Entrega del Anillo del Pescador
Desde el primer milenio el anillo es insignia propia del Obispo. El Anillo, que se entrega hoy al nuevo Papa, llamado Anillo del Pescador, con la imagen-sello de San Pedro y la barca con la red, tiene el significado particular del anillo-sello que autentifica la fe y significa la misión confiada a Pedro de confirmar a sus hermanos (cf. Lc 22, 32). Se denomina anillo «del Pescador» porque Pedro es el Apóstol pescador (cf. Mt 4, 18-19; Mc 1, 16-17) que, habiendo creído en la palabra de Jesús (cf. Lc 5, 5), ha traído de la barca a tierra las redes de la pesca milagrosa (cf. Jn 21, 3-14).
El Decano del Colegio Cardenalicio (Angelo Sodano, Vicedecano)
Beatísimo Padre, el mismo Cristo, Hijo del Dios vivo, Pastor y Obispo de nuestras almas, que ha edificado su Iglesia sobre roca, te dé el Anillo, sello de Pedro el Pescador, que ha vivido su esperanza en el mar de Tiberíades y al que el Señor Jesús ha entregado las llaves del Reino de los cielos.
Hoy tú sucedes al Beato Pedro en el Episcopado de esta Iglesia, que preside la comunión en la unidad según la enseñanza del Beato apóstol Pablo. El Espíritu del amor derramado en nuestros corazones te llene de fuerza y mansedumbre para custodiar con tu ministerio a los creyentes en Cristo en la unidad de la comunión.
El Decano (Vicedecano) del Colegio Cardenalicio entrega el Anillo del Pescador al Santo Padre mientras la schola y la asamblea aclaman.
Después, el Papa, quitada la mitra, se pone en pie, y bendice en silencio con el Evangeliario. El coro greco, la schola y la asamblea aclaman.
Al Santo Padre prestan «obediencia» una representación de doce personas: tres Cardenales, un Obispo, un Presbítero, un Diácono, dos Religiosos, dos esposos, dos jóvenes confirmados, procedentes de varias partes del mundo.
HOMILÍA del Santo Padre.
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendas
Dios, Padre nuestro,por este memorial del inmenso amor de tu Hijo,haz que la entera familia humana,mediante la acción misionera de la Iglesia,pueda gustar el fruto de la redención.Por Jesucristo nuestro Señor.
PLEGARIA EUCARÍSTICA I o Canon romano
Oración después de la comunión
Señor, que nos has acogido a tu mesa,por la eficacia de este misterio,te rogamos confirmes a la santa Iglesia en la unidad y en el amor,conmigo, tu siervo, a quien has confiado el ministerio petrino,para que juntos, rebaño y pastor,progresemos seguros en el camino de la salvación.Por Jesucristo nuestro Señor.
http://www.conferenciaepiscopal.es/vaticano/papa/InauguracionPontificado.htm
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