Los calendarios que estuvieron en vigor en Mesopotamia fueron, fundamentalmente, lunisolares. Se componían de doce araj (meses) de 28, 29 ó 30 días, que daban lugar a un año de entre 354 a 360 días. Este calendario parece haber sido creado en sumeria, pero fueron los caldeos quienes lo sistematizaron y lo difundieron. Para hacer coincidir las estaciones con los meses cada cierto tiempo se añadía, en función de las observaciones astronómicas, un mes suplementario (embolismal).
Los sumerios llegaron a elaborar un año de 360 días redondeando la duración de las lunaciones, haciendo que cada mes tuviese 30 días, lo que, además, cuadraba con su sistema numérico de base sexagesimal (6 x 60). Actualmente la esfera se divide en 360 partes, herencia de esta forma de cómputo del tiempo, la que aún usamos hoy en día. Los sumerios fueron los primeros en dividir el día en 24 horas: en dos períodos de 12 horas; y es que 12 son los signos del zodiaco y 12 es divisor de 360 y 60 y divisible por 6. Además 12 es divisible por 2, 3, 4 y 6, (y por 8, que da 1,5), por lo que sería un número muy popular en el mundo antiguo para hacer cuentas.
Los nombres de los meses tenían que ver bien con las tareas agrícolas, bien con los fenómenos meteorológicos. Varían de ciudad en ciudad, pero lo más importantes serán los caldeos, ya que son los que toman los judíos para su calendario. Se llaman: nisanu, airu, sivanu, duzn, abu, elulu, tashritu, arajshamna, kisilivu, zebitu, sabatu y adaru. Los meses comenzaban con la luna nueva.
La tradición babilónica comenzaba el día con la salida del sol y el año con la primavera, pero tras la invasión macedónica arraigó la costumbre de comenzar el día a la puesta del sol y el año con el otoño. El día babilónico constaba de dos períodos de 12 horas (beru), cada beru duraba 30 gesh. Los asirios tenían, como los judíos, un día de descanso: el sábado.
En Babilonia el año se dividía en dos estaciones: invierno y verano; aunque en Asiria se dividía en tres y en Anatolia en cuatro.
Los caldeos consideraban cuatro ciclos: sosos, de 60 años; neros, de 600 años; saros, de 3600 años; y otro de 432.000, que es la suma de 120 saros.
La era Selyúcida o Macedónica comienza con la toma de Babilonia por Seleuco Nicator en el 311 a.C. Esta fecha fue adoptada como comienzo del calendario por la mayoría de los pueblos del Oriente Próximo, aunque con diferencias en la fecha de comienzo del año.
En Tiro se contaban los años desde el 19 de octubre del 126 a.C., y en Cesarea (Antioquía) desde el 9 de agosto del 48 a.C., año de la victoria de Julio César en Farsalia; o desde el 706 a.C. de Roma.
agosto 30, 2008
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