septiembre 04, 2009

LA LANZA DE SAN LONGINUS

La lanza se menciona solo en el Evangelio de Juan (19:33-34) y no aparece en ninguno de los evangelios sinópticos. En el evangelio se indica que los romanos planearon romper las piernas de Jesús, una práctica conocida como crurifragium, que era un método doloroso de acelerar la muerte durante la crucifixión de los condenados a este tipo de castigo. Momentos antes de que los soldados romanos así lo hicieran, vieron que él ya había muerto y por eso pensaron que no había ninguna razón para romperle las piernas. Para cerciorarse de que estaba muerto, un soldado lo apuñala con su lanza.

Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.
Juan, (19:33-34)

El fenómeno de la sangre y el agua era considerado como un milagro de acuerdo a Orígenes (aunque el agua se puede explicar biológicamente por la perforación del seno pericardial) sin embargo, para los católicos tiene un significado más profundo: Representa la Iglesia (específicamente los sacramentos del bautismo y la eucaristía) que fluyen del costado de Cristo, así como Eva surgió del costado de Adán.

Longinus:

El nombre del soldado que atraviesa el costado de Cristo no es mencionado en la Biblia pero en las referencias más antiguas que se tienen de la leyenda, el evangelio apócrifo de Nicodemo, de fecha desconocida, alrededor del siglo IV, también llamado Hechos de Pilatos, el soldado es identificado como un Centurión llamado Longinus en el que además se menciona a los ladrones crucificados junto a Jesús: Gestas y Dimas.

Una forma del nombre Longinus también aparece en una miniatura en los Evangelios ilustrados por Rábula en el año 586 (actualmente en la Biblioteca Laurenciana, en Florencia).
En la ilustración, el nombre Longinus está escrito en griego sobre la cabeza del soldado que perfora el costado de Cristo. Esta es una de las primeras referencias del nombre, si es que no es una inscripción hecha posteriormente.

La tradición Cristiana, refiriéndose a la novela La Lanza de Louis de Whol (1955), lo identifica como Gaius Cassius Longinus.

La Lanza Sagrada:


En la mitología cristiana la lanza sagrada es la lanza usada en la Crucifixión, que fue identificada más adelante como una reliquia. Muchas reliquias han sido identificadas como La Lanza Sagrada o partes de ella.

La Lanza del Vaticano:

Ilustración de Ademaro de Monteil en la que se narra cómo se porta la lanza sagrada.
La lanza era desconocida hasta que San Antonio de Piacenza (DC 570), describiendo los lugares santos de Jerusalén, nos dice que él había visto en la Basílica del monte de Sion «la corona de espinas con la cual coronaron a nuestro Señor y la lanza con la cual lo perforaron en el costado». Una mención de la lanza también se hace en el Breviario la Iglesia del Santo Sepulcro. La presencia en Jerusalén de esta importante reliquia es atestiguada por Casiodoro (485–585) así como en Los viajes de Gregorio (538–594), quien nunca estuvo en Jerusalén.

En 615 Jerusalén y sus reliquias fueron capturados por las fuerzas persas de rey Cosroes II. Según el Chronicon Paschale, la punta de la lanza, que se había quebrado, fue dada en el mismo año a Nicetas que la llevó a Constantinopla y la depositó en la iglesia de Santa Sofía. Esta punta de lanza, que fue fijada en un ycona, o icono, en 1244 fue vendido por Balduino II de Constantinopla a Luis IX de Francia y fue guardado con la corona de espinas en la Sainte Chapelle de París. Durante la revolución francesa estas reliquias fueron llevadas a la Bibliothèque Nationale y posterioremente desaparecidas (la actual «corona de espinas» es una guirnalda).
En cuanto a la porción más grande de la lanza, Arculpus la vio en la iglesia del Santo Sepulcro alrededor de 670 en Jerusalén, sin embargo no hay otra mención de ella tras el saqueo de 615. Algunos dicen que la porción más grande de la reliquia de llevó a Constantinopla en algún momento durante el siglo VIII, posiblemente al mismo tiempo que la Corona de Espinas.

En algún momento, su presencia en Constantinopla parece ser claramente atestiguada por varios peregrinos, particularmente de origen Ruso. Y aunque posteriormente fue depositada en varias Iglesias , parece ser posible rastrearla a diferencia de la reliquia de la punta. Sir Juan Mandeville declaró en 1357,que había visto la cuchilla de La Lanza Sagrada en París y también en Constantinopla, y que la reliquia de esta última ciudad era mucho más grande que la de París.

Cualquiera que haya sido la reliquia de Constantinopla, cayó en las manos de los turcos, y en 1492, bajo circunstancias minuciosamente descritas en la Historia de los Papas (escrita por Pastor), el sultán Bayaceto le envió reliquia a Inocente VIII para forzar al Papa a que continuara guardando preso a su hermano Zizim(Cem). En este punto hubo en Roma grandes dudas de su autenticidad, según relata Johann Burchard, por la presencia de otras lanzas rivales en París (la punta que había sido separada), Núremberg (la Lanza de Viena) y Armenia (la Lanza de Etschmiadzin). A mediados de 1700, el Papa Benedicto XIV dijo que obtuvo un dibujo exacto de la punta de la Lanza de París y que comparándola con la reliquia en la Basílica de San Pedro estaba satisfecho de que las dos formaran una sola cuchilla.

La reliquia nunca ha salido de Roma donde se encuentra preservada bajo el domo de la Basílica de San Pedro aunque la Iglesia Católica Romana no ha hecho declaraciones sobre su autenticidad.

REPLICAS DE LA LANZA SAGRADA:

La Lanza de Etschmiadzin:

La lanza que se encuentra en Echmiadzin, Armenia, fue descubierta durante la Primera Cruzada. En 1098 el Cruzado Pedro Bartolomé dijo tener una visión en la que San Andrés le decía que La Lanza Sagrada estaba enterrada bajo la Catedral de San Pedro en Antioquía. Tras mucho excavar en la catedral, la lanza fue descubierta. Esto se consideró un milagro por parte de los Cruzados quienes fueron capaces de derrotar al ejército Musulmán que repelía el asedio a la ciudad y capturaron decisivamente Antioquía.

La Lanza de Viena (La Lanza Hofburg):

Se llama asi porque la Lanza de Viena es expuesta en el Museo Schatzkammer con sede en Viena . Los emperadores del Sacro Imperio Romano tenían su propia Lanza, atestiguada desde el tiempo de Otón I (912–973). En el año 1000 Otón III le dio a Boleslao I el Bravo una réplica de la Lanza en el Congreso de Gniezno.

En 1084 Enrique IV le agregó una banda de plata con la inscripción «Clavus Domini» («El clavo del Señor»). Esto se basaba en la creencia de que esta era la lanza de Constantino el Grande que encerraba como reliquia un clavo usado para la crucifixión. En 1273 se utilizo por primera vez en la ceremonia de coronación.

Alrededor de 1350 Carlos IV mandó ponerle una banda de oro sobre la de plata con una inscripción que dice «Lancea et Clavus Domini» («La lanza y el clavo del Señor»). En 1424 el Emperador Segismundo del Sacro Imperio Romano tenía una colección de reliquias, incluida La Lanza, que trajo de su capital en Praga a su natal Núremberg y decretó que ahí se guardara por siempre. A esta colección se le conoce como Reichskleinodien o la Regalía Imperial.

Cuando el ejército revolucionario Francés se aproximó a Núremberg en la primavera de 1796 los consejeros de la ciudad decidieron mover el Reichskleinodien a Viena, Austria, para mantenerlo seguro. La colección fue confiada al entonces Barón Von Hügel, quien prometió devolver todos los objetos en cuanto la paz fuera restaurada y la seguridad de la colección estuviera asegurada. Sin embargo, el Sacro Imperio Romano fue disuelto en 1806 y Von Hügel aprovechó la confusión sobre quién era el legítimo dueño y vendió la colección entera, incluyendo La Lanza, a los Habsburgo.

Cuando los consejeros de la ciudad descubrieron la venta solicitaron que les fuera devuelto el Reichskleinodien pero fueron rechazados. Como parte de la Regalía Imperial, La Lanza fue almacenada en el Schatzkammer (Tesorería Imperial) en Viena y se le conoció como La Lanza de San Mauricio.

Durante la Anschluss, cuando Austria se anexó a Alemania, Adolfo Hitler tomó la lanza, la cual fue devuelta a Austria por el General Norteamericano George S. Patton al terminar la Segunda Guerra Mundial y fue guardada temporalmente en el Museo Kunsthistorisches y devuelta al Schatzkammer.

En 2003 el Metalúrgico Inglés y Escritor de Ingeniería Técnica, el Dr. Robert Feather, obtuvo permisos extraordinarios no solo para examinar la lanza en un ambiente de laboratorio, sino también para remover cuidadosamente las bandas de oro y plata que la mantienen unida. En la opinión del Dr. Feather y otros expertos la creación aproximada de la cuchilla de La Lanza es del Siglo VII, un poco anterior a lo que el Schatzkammer estimaba.

Se encuentra expuesta en el Schatzkammer (Tesoro Imperial), que es una de las colecciones del Palacio Imperial de Hofburg, considerada como parte del Museo de Historia del Arte de Viena (Kunsthistorisches Museum).

Otras Lanzas:

Otra Lanza se ha preservado en Cracovia, Polonia, desde el 1200. Aunque se alega que ha estado en esa ciudad por ocho siglos, los registros Alemanes indican que es una copia de La Lanza de Viena. El emperador Enrique II la mandó a hacer con pequeñas astillas de La Lanza original. Otra copia le fue entregada al rey de Hungría al mismo tiempo.

Otra historia escrita por William de Malmesbury cuenta que Hugh Capet le entregó La Lanza Sagrada al Rey Athelstan de Inglaterra sin embargo parece deberse a una idea errónea.
El artista Jeffrey Vallance creó ilustraciones é hizo varios duplicados de la lanza y los distribuyó alrededor del mundo, proponiéndose confundir la identidad de la lanza verdadera para las generaciones futuras.

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