4:3 Entonces, el resto de Sión, los sobrevivientes de Jerusalén, serán llamados santos: todos ellos estarán inscritos para la vida, en Jerusalén.
4:4 Cuando el Señor lave la suciedad de las hijas de Sión y limpie a Jerusalén de la sangre derramada en ella, con el soplo abrasador del juicio,
4:5 él creará sobre toda la extensión del monte Sión y en su asamblea, una nube de humo durante el día, y la claridad de un fuego llameante durante la noche. Porque la gloria del Señor, en lo más alto de todo, será un reparo
4:6 y una choza, para dar sombra contra el calor durante el día, y servir de abrigo y refugio contra la tempestad y la lluvia.
EXPLICACION:
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