CARDENAL JEAN-MARIE VILLOT
Fue el autor intelectual del asesinato, pero se cubrió arteramente de ser acusado afirmando que había sido un trágico accidente: “El Papa inadvertidamente se había tomado una sobredosis de su medicina. Si se hubiese hecho una autopsia, obviamente hubiese indicado esta fatal sobredosis. Nadie hubiese creído que Su Santidad lo había hecho accidentalmente. Algunos alegarían suicidio, otros, asesinato. Se acordó que no habría una autopsia". Así, la coartada del Cardenal Villot fue que el Papa Pablo I se tomó una sobredosis de su propio medicamento para la presión arterial baja (Effortil). Esta coartada intencionalmente dio lugar para la especulación de suicidio, quitando la atención de la verdadera causa de la muerte de Juan Pablo I: haber sido envenenado.
Cuando Kart Wojtyla fue nombrado Papa se encontró ante la alternativa de ordenar la investigación de la muerte de su antecesor, que él no ignoraba que había sido un asesinato –¿cómo iba a ignorarlo?–, o directamente dejar las cosas como estaban. Optó por lo segundo. Más información en “Papa Juan Pablo II” y "Muerte del Papa Juan Pablo II".
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